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En nuestro artículo anterior te contamos todo sobre el ácido hialurónico, sus características, usos estéticos y beneficios para la piel. En esta oportunidad, queremos dedicarnos a explorar a fondo uno de nuestros tratamientos favoritos en Face up: la aplicación de toxina botulínica, un producto también conocido por el nombre de la marca que lo comercializó en un primer momento, Botox®.

¿Estás listo para conocer sus secretos en unos pocos minutos? ¡Sigue leyendo!

¿Qué es la toxina botulínica?

La toxina botulínica es una neurotoxina producida por una bacteria llamada Clostridium botulinum. Siendo una de las toxinas más poderosas descubiertas hasta la fecha, su uso en medicina estética se ha extendido a niveles altísimos por su capacidad disminuir la contracción muscular.

Entonces… ¿Para qué sirve la toxina botulínica en el marco de los tratamientos de belleza? 

Al incidir de manera directa sobre la relajación muscular, este producto resulta sumamente útil para disminuir la presencia de arrugas y prevenir la futura aparición de las mismas. Simultáneamente, se lo utiliza para controlar la actividad de las glándulas sudoríparas, combatiendo la producción de sudor excesivo en manos, pies y axilas.

¿Te preocupan las famosas “patas de gallo” y esas arruguitas en la zona de la frente y el entrecejo? ¿Te gustaría eliminar las arrugas de expresión que lentamente inciden sobre el aspecto de tu piel? ¿El sudor es un problema recurrente en tu vida?

¡Puede que este tratamiento sea perfecto para ti!

Mecanismo de acción de la toxina botulínica

La acción farmacológica de la toxina botulínica se da a nivel de la unión neuromuscular, es decir, entre el músculo y el nervio periférico que origina sus movimientos y contracciones

Su función es inhibir la liberación de acetilcolina, el neurotransmisor encargado de producir la contracción de los músculos.  En otras palabras: imaginemos a un mensajero que envía las señales o directrices para que una parte del cuerpo se mueva. Sin él, la zona que recibe la infiltración de toxina botulínica permanece relajada, libre de contracciones.

La medicina estética hace uso de este producto para trabajar directamente sobre la región del rostro que se quiere tratar para regular la actividad muscular, que, con el correr del tiempo, hace huella en determinados puntos de la cara. 

Ilustremos esto con un ejemplo cotidiano:

Cada vez que el sol nos da de lleno en el rostro, contraemos los músculos de la frente en un acto involuntario. Lo mismo sucede con las expresiones faciales – producidas naturalmente por emociones y otros propósitos comunicacionales y biológicos – que realizamos cada día por miles y miles de circunstancias diferentes.

Gracias a los tratamientos estéticos que utilizan la toxina botulínica, podemos limitar la contracción muscular y, en consecuencia, relajar el semblante por efecto de la ausencia de las arrugas de expresión.

Toxina botulínica tipo A

Existen diferentes tipos de toxina botulínica, pero la utilizada en medicina estética es la toxina botulínica tipo A. Como hemos mencionado anteriormente, esta se encarga de bloquear selectivamente las contracciones musculares de manera localizada. Es decir que ningún otro músculo se verá afectado por su aplicación. A su vez, su efecto es temporal, por lo que, lentamente, el músculo irá recuperando sus movimientos sin ninguna clase de dificultad.

¿Cómo se realiza la aplicación de toxina botulínica?

Luego de la preparación y marcación del rostro, las aplicaciones se realizan sobre puntos específicos que permitirán vehicular la toxina botulínica  hacia los músculos que vamos a tratar. Para ello se utilizan agujas hipodérmicas muy pequeñas, de aproximadamente 5 mm.

Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo, cuyas molestias sólo se limitan al “pinchazo” de la aguja. Aún así, podemos extinguir estas incomodidades con la utilización de anestesia tópica o a través de mecanismos vibratorios. Afortunadamente, el dicho popular “la belleza duele” ha quedado en el pasado.

El tratamiento tiene una duración de entre 15 y 30 minutos, y tres días después de la aplicación de toxina botulínica ya será posible ver los resultados.

¿Dónde puede aplicarse la toxina botulínica?

La toxina botulínica se utiliza en medicina estética y antienvejecimiento para modificar la apariencia de diferentes zonas del rostro donde se presenten arrugas, tales como:

  • La frente
  • Las famosas patas de gallo
  • El entrecejo
  • La sonrisa gingival
  • El cuello

Por otro lado, si lo que se desea es tratar la hiperhidrosis o sudoración excesiva, puede aplicarse toxina botulínica en:

  • Manos
  • Axilas
  • Pies

Su uso también se encuentra indicado para tratar problemáticas externas al área estética, como lo son:

  • tics producidos por movimientos musculares involuntarios
  • bruxismo
  • dolor de cabeza causado a raíz de la mordida

¡Wow! Ya no nos sorprende que este sea el tratamiento estético número 1 en el mundo. ¿Verdad?

Duración de sus efectos y la importancia del factor preventivo

Los efectos de la toxina botulínica comenzarán a disminuir lentamente hacia los 4-6 meses luego de la aplicación, dependiendo de cada persona. Esto sucede porque los receptores nerviosos del músculo inyectado comienzan a regenerarse y a producir nuevamente las contracciones antes inhibidas. 

Quédate para las buenas noticias: si aplicamos toxina botulínica desde temprana o mediana edad en busca de prevenir la marcación de las líneas de expresión en el rostro, sus efectos pueden ser permanentes. Esto, claro, si mantenemos la constancia y realizamos el tratamiento cuando sus efectos acaben.

En definitiva, haciendo uso del baby botox – dosis pequeñas de producto aplicadas en zonas que no presenten arrugas estáticas – estarás evitando las contracciones faciales que potencialmente dejarán arrugas en tu rostro. Sin dudas, una inversión a futuro que te dará miles de satisfacciones en tus años venideros.

Beneficios del tratamiento con toxina botulínica

Además de ser una propuesta de rejuvenecimiento facial sin cirugía, el tratamiento con toxina botulínica tiene una amplia gama de beneficios que no conviene omitir, veamos algunos de ellos:

  1. El botox preventivo, aplicado incluso antes de que las arrugas propiamente dichas aparezcan, ayuda a mantener el rostro joven por mucho más tiempo.
  2. Es un tratamiento de armonización facial muy seguro y sin efectos secundarios, que ha sido avalado por numerosos organismos de salud altamente reconocidos alrededor del mundo.
  3. No duele y no necesita de tiempos de recuperación posteriores a la aplicación.
  4. Permite afinar el rostro y acentuar la belleza natural de las personas en menos de 40 minutos.
  5. Los resultados del tratamiento lucen naturales y no dejan cicatrices ni marcas en la piel.

Así, debido a la cantidad de beneficios que ofrece, el botox se ha convertido en el tratamiento favorito de muchos hombres y mujeres que desean cuidar su piel y disminuir la apariencia de arrugas de expresión y signos de la edad. ¡No te pierdas la oportunidad de vivir la experiencia!

¿Tienes dudas respecto a esta temática? ¡Déjanos un comentario! Nuestros profesionales estarán felices de responder a tus consultas a la brevedad.

Y como en Faceup SIEMPRE hay más:

¡En el próximo artículo te contaremos todo sobre microagujamiento! Un tratamiento de armonización facial que ha irrumpido en el campo de la medicina estética para dar a las pieles un boost de vitalidad irresistible. ¡No te lo pierdas!

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